Por Nayar Araiza López
Los cambios de Héctor Santana: ¿reacomodos o despidos disfrazados?
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Filtración de nombres genera expectativa y temor entre funcionarios
• El alcalde reitera: “Aquí se vino a servir, no a robar”
El que avisa, no traiciona. Y Héctor Santana lo ha dicho desde que asumió la presidencia municipal de Bahía de Banderas, “quien no entienda que el poder es para servir y no para robar, ni tratar mal a la gente, que se haga a un lado”… o se le hará. La advertencia se ha repetido en cada rendición de cuentas semanal con la prensa, con esa mezcla de firmeza y diplomacia política que lo caracteriza. Pero esta vez, hay ruido tras bambalinas, por abajo y por encima de su escritorio.
Y es que, en su último encuentro con los medios de comunicación, el presidente municipal volvió a hablar de cambios en su gabinete. Lo hizo con cautela, aclarando que no necesariamente porque lo va a despedir, sino para moverlos a donde mejor funcionen, pero tampoco descartando nada. Dejó abierta la puerta a los famosos “ajustes de perfil”, esos que, en buen español, muchas veces se traducen en salidas forzadas para quienes no han dado el ancho, o peor aún, han tenido actitudes prepotentes con la ciudadanía.
Porque si algo ha sido constante en esta administración, es el llamado abierto a la gente para que denuncie a los malos funcionarios. Santana lo ha reiterado: “Si algún funcionario los trata mal, díganmelo… y tomamos cartas en el asunto.” A juzgar por la reciente filtración de nombres en el Fan Page de el “Chino” Preciado en “Observando en la Bahía”, que circula como reguero de pólvora, parece que algunos ya se quedaron sin cartas.
¿Reacomodos o purga política?
Se ha filtrado —y con insistencia— una lista de nombres que, “dice el Chino Preciado sin temor a equivocarse”, serían parte de los movimientos próximos en el gobierno municipal, en primerísimo lugar Ciola Edith Arévalos, (quien por sus malos movimientos y asesoradas, hizo de Comunicación Social un desastre) Edson Carlos Olvera, Cristóbal Esparza, José Ramón Álvarez Arreola, Xavier Esparza, Karina Polanco, Dévora Cordero, Paloma Jiménez, Gladys Fletes, Máximo Rivera, Johana Barraza, Álvaro “Piri” Peña, Iris Losal, Alejandra Cázares, Andrés Cabrera, Indiana Herrera, Juan Carlos Bravo y hasta la ya conocida “Coco de Jardines”.
Algunos de estos nombres suenan a simple reubicación de fichas, perfiles que no cuajaron en una dirección, pero que podrían dar resultados en otra. Otros, sin embargo, traen detrás versiones de maltrato al ciudadano, de omisiones graves y hasta de traiciones internas. Esos, si el presidente cumple su palabra, deberían irse por la puerta trasera. Y sin fuero.
Que no se haga costumbre cambiar para que todo siga igual
El gabinete municipal necesita eficacia, no lealtades decorativas. Bahía de Banderas vive tiempos de grandes desafíos, inversión turística, desarrollo urbano, seguridad, servicios públicos colapsados en algunas zonas. No se pueden tener funcionarios que aprendan con el pueblo como laboratorio.
Héctor Santana lo sabe. Lo ha dicho. Pero también lo tiene que demostrar con hechos. Porque si entre estos nombres hay quienes han fallado, que no se les maquille con “reacomodos”. Y si entre ellos hay perfiles valiosos que solo necesitan otro entorno, que se diga claro. Los cambios son buenos. Pero sólo si son para mejorar. Lo demás es simulación. Y de esa, el pueblo ya está harto
Y como siempre decimos: si no hay sorpresas… entonces no hay cambio. Va.