Del ring a las finanzas: los otros negocios de Julio César Chávez Jr., boxeador ligado al narco

El alcance del boxeador va mucho más allá de los cuadriláteros e incluye desde la representación artística hasta operaciones financieras complejas, adquisición de marcas, bienes inmuebles y emisión de títulos de crédito.

proceso.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO (apro): Julio César Chávez Jr. Carrasco fue arrestado en Estados Unidos, acusado por el gobierno de ese país de tener vínculos con el Cártel de Sinaloa.

Pero el hijo del excampeón mundial de boxeo no solo ha hecho carrera sobre el ring, también figura como empresario.

Su alcance va mucho más allá de los cuadriláteros e incluye desde la representación artística hasta operaciones financieras complejas, adquisición de marcas, bienes inmuebles y emisión de títulos de crédito.

Proceso tuvo acceso al acta constitutiva de la empresa Pro Eventos JC Jr., S.A. de C.V., que Chávez Jr. fundó en 2012 en el entonces Distrito Federal y en la que aparece como administrador único.

El documento oficial, en poder de esta redacción, confirma que el objeto social de la compañía no se limita a la promoción de espectáculos, sino que contempla un abanico de actividades que la convierten en una estructura corporativa de alta versatilidad.

Su razón social establece que se dedica a la “organización, promoción y realización de eventos y espectáculos culturales, artísticos o deportivos, incluyendo convenciones, congresos, cursos, conferencias, jornadas, seminarios y encuentros deportivos”.

Además, tiene autorización para ofrecer “servicios de representación y promoción de deportistas y artistas”, así como para la “prestación y recepción de toda clase de servicios, incluyendo servicios profesionales y de asesoría y consultoría en materia legal, contable, fiscal, administrativa, de relaciones industriales, capacitación y selección de personal, mercadotecnia, finanzas, recursos humanos, procesos contables y administrativos”.

Pero eso apenas es el inicio. En su objeto social, la empresa aclara que podrá ejecutar una serie de operaciones que van más allá del ámbito deportivo.

Entre ellas, la “promoción y el desarrollo industrial y comercial de empresas, tanto nacionales como extranjeras; y en consecuencia, la adquisición, tenencia y enajenación de todo tipo de acciones o partes sociales de toda clase de sociedades mercantiles, civiles, asociaciones y corporaciones, por el título que fuere, ya sean nacionales o extranjeras”.

También está facultada para “obtener y conceder toda clase de préstamos, créditos, financiamientos y todos los demás recursos necesarios para el logro de los fines sociales, incluyendo enunciativa pero no limitativamente, la emisión de bonos, cédulas hipotecarias, obligaciones hipotecarias o quirografarias y papel comercial”, así como para “garantizarlos mediante fianza, aval, hipoteca, prenda, obligación solidaria, fideicomiso o cualesquiera otras garantías y recibir dichas garantías”.

La empresa puede igualmente ejecutar “toda clase de actos de comercio”, incluyendo la compra, venta, importación, exportación, distribución y comercialización de toda clase de bienes, artículos, mercancías y productos, además de actuar como “agente, representante, intermediario o gestor de personas físicas o morales”.

También puede realizar operaciones inmobiliarias, como “comprar, vender, arrendar, hipotecar o gravar toda clase de bienes muebles e inmuebles necesarios para la realización del objeto social”, y administrar u operar, ya sea por cuenta propia o de terceros, “locales comerciales, mercados, supermercados, bodegas, almacenes y oficinas”.

El documento detalla que puede participar activamente en el ámbito de la propiedad intelectual, al “adquirir, enajenar, explotar y usar patentes, marcas, derechos de autor, invenciones, procesos, nombres y avisos comerciales relacionados con el objeto social”.

En el terreno financiero, la sociedad está legalmente habilitada para “emitir, suscribir, girar, librar, endosar, aceptar, descontar, avalar y en general realizar todo tipo de operaciones y actos con títulos de crédito y cualesquiera otros documentos permitidos por la ley”.

Asimismo, puede “obtener o adquirir por cualquier título concesiones, permisos, autorizaciones, licencias o franquicias, así como celebrar respecto de las mismas cualquier clase de contratos”.

Y finalmente, tiene facultades para llevar a cabo “toda clase de actos materiales y jurídicos de la naturaleza que sean e intervenir en cualesquiera otros negocios jurídicos permitidos por la ley”.

La marca Julio César Chávez 

De manera adicional, Proceso consultó los registros públicos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y confirmó que tanto Chávez Jr. como su padre, el excampeón Julio César Chávez González, son titulares de la marca registrada “Julio César Chávez” en México.

Esta marca ampara una gama de productos que incluye artículos deportivos, ropa, accesorios y productos promocionales, y otorga a sus titulares no solo derechos de comercialización, sino también la capacidad legal para firmar contratos de franquicia, licenciamiento o exclusividad comercial.

Hasta el momento, las autoridades estadunidenses no han informado si dichas estructuras empresariales forman parte de la indagatoria penal que llevó al arresto del boxeador.

                                                         
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