Este vegetal milenario es un aliado en las dietas saludables
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El espárrago, conocido científicamente como Asparagus officinalis, es un vegetal que ha tenido un lugar destacado en la gastronomía y la medicina tradicional desde hace siglos. Su riqueza en nutrientes lo convierte en una de las hortalizas más valoradas por sus beneficios para la salud y sus posibles propiedades curativas.
Uno de los principales atributos de los espárragos es su alto contenido de fibra. Este componente favorece el tránsito intestinal, reduce el riesgo de estreñimiento y ayuda a mantener una flora bacteriana saludable. La fibra también contribuye al control de los niveles de glucosa y colesterol en sangre, lo que puede ser beneficioso para personas con diabetes o con riesgo cardiovascular.
Esta hortaliza es una fuente considerable de vitaminas y minerales. Destaca la presencia de vitaminas del grupo B, como el ácido fólico (B9), fundamental en la formación de nuevas células y especialmente importante en el embarazo para prevenir defectos del tubo neural en el feto.

También contienen vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico, y vitamina E, que participa en la protección de las células frente al daño oxidativo. El potasio es otro mineral relevante que aportan estos vegetales, ayudando a regular la presión arterial y a contrarrestar los efectos nocivos del sodio.
El espárrago posee un elevado contenido de antioxidantes. Entre los más destacados se encuentran flavonoides, saponinas y glutatión. Estas sustancias protegen al organismo del estrés oxidativo, reduce el daño celular y pueden ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las afecciones cardiovasculares.
En cuanto a sus efectos diuréticos, los espárragos contienen asparagina, un aminoácido que promueve la eliminación de líquidos a través de la orina. Esto favorece la depuración renal y puede colaborar en la reducción de la hinchazón y la retención de líquidos, situaciones comunes en personas con problemas renales o de presión arterial.

El aporte calórico del espárrago es bajo, lo que lo convierte en un alimento recomendable dentro de dietas orientadas al control del peso. Sus compuestos también ofrecen un efecto saciante y contribuyen a evitar el consumo excesivo de otros alimentos. Además, su sabor y textura permiten numerosas preparaciones en la cocina, desde platos principales hasta acompañamientos.
Tradicionalmente, se les ha atribuido la capacidad de aliviar trastornos digestivos, estimular el apetito y potenciar la función hepática. Aunque algunas de estas aplicaciones carecen de respaldo científico riguroso, los nutrientes presentes en esta hortaliza sí cuentan con evidencia sobre su papel en la salud general.
A pesar de sus múltiples ventajas, se aconseja precaución en personas con determinados problemas de salud, como el riesgo de formación de cálculos renales, debido al contenido de purinas y oxalatos. También es importante consumirlos preferentemente frescos, ya que las versiones industriales pueden contener altos niveles de sal o conservantes.