Comentarios de la Bahía

Por Nayar Araiza López

El verdadero escándalo del SAT y la UAN: lo que no dicen los titulares
• La “bomba” que no explotó: el adeudo histórico ya era sabido

• Silencios cómplices y pactos oscuros: los verdaderos responsables del quebranto

• La información que debería dar la propia universidad la distorsionan los asesores del gobernador, y el resultado es el mismo, desinformación, sospecha, linchamiento mediático

• Actualmente la Rectora Norma Galván, con toda responsabilidad, ha logrado frenar ese desfalco, su administración no ha sumado un solo peso a la deuda

No hay ninguna «revelación» en el adeudo histórico de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) con el SAT, como lo presentó el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero en su último encuentro semanal con los medios. Los 9 mil millones de pesos que mencionó como deuda pendiente no son novedad para nadie que conozca la historia reciente de la universidad.

Este adeudo no es nuevo, es producto de administraciones anteriores, de pactos oscuros y silencios convenientes, y fue heredado por dos exrectores que hicieron todo mal, Juan López Salazar (hoy prófugo, sin aparecer) y Jorge Ignacio Peña, el exrector que ya lo tuvieron tras las rejas y que debieron “sacarle toda la sopa”, ahí anda y debe de volver a ser llamado porque es pieza clave para entender el desastre financiero que hoy nos ahoga a los universitarios. La deuda que quebró a la UAN: irresponsabilidad y complicidades Recordemos que durante la administración del exrector Ignacio Peña, la Universidad vivió una de sus etapas más oscuras en materia financiera, ya que fue en ese periodo cuando se disparó la deuda con los terceros institucionales —IMSS, Infonavit, SAT—, y lo más grave es que no fue producto del azar, sino de decisiones conscientes, puesto que a cargo de las finanzas universitarias estaban Francisco Gómez, incondicional del dirigente del SPAUAN Pancho Haro, y Juan Carlos Mariscal Haro, sobrino del mismo Haro, ambos propuestos por el grupo político de la UACyA, presuntamente porque eran los “expertos”. Cuando estos “angelitos” llegaron a la administración de la UAN, la deuda era de 500 millones de pesos —producto de un préstamo para aguinaldos en 2014—, pero bajo su conducción esa cifra subió como espuma. Apostaron a no pagar, bajo el argumento de que “no iba a pasar nada”, y lo que pasó fue el colapso financiero de la universidad. Actualmente la Rectora Norma Galván, con toda responsabilidad, ha logrado frenar ese desfalco, su administración no ha sumado un solo peso a la deuda.

Una narrativa maliciosa

La prensa escandalosa, sin escrúpulos, redacta como si la actual administración universitaria fuera la responsable del problema. Se revuelven los tiempos, contextualizan mal el pasado con el presente, dejando entrever una culpa a la actual administración rectoral que no existe. Lo cierto es que el origen de esta deuda está documentado y arranca con el exgobernador Ney González, quien firmó un acuerdo por el cual el Gobierno del Estado se comprometía a pagar los adeudos de la UAN, que es lo que señala el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, quien de paso vuelve a cuestionar la autonomía, ya que afirma que no puede intervenir en ningún tema, menos el económico “pero si pagar sus deudas”.

Y es que, ¿Por qué? Porque Ney, pus simplemente porque en ese sexenio el “pillín” exmandatario con toda la intención, se robaba el subsidio federal que era para la universidad, además de los millones que recaudaba el Patronato, además de que tampoco pagaba ni un peso del miserable subsidio estatal. ¿Y el entonces rector Juan López? Callado, siempre cómplice. Ahí empezó la pesadilla de la UAN. Ahí se generó la bola de nieve con el SAT, el IMSS, el INFONAVIT. Ahí están las rutas del dinero, como se dice en las auditorías forenses.

Una administración acorralada

La actual Rectora Norma Liliana Galván Meza no es responsable de este adeudo. A ella, simplemente “le patearon el bote”, como bien lo ha afirmado el propio Gobernador Miguel Ángel Navarro, pero cabe también destacar, que en su gestión se han cubierto puntualmente las obligaciones fiscales, recordemos lo ha reconocido el propio Ejecutivo y la autoridad federal. Pero el problema no se resuelve porque el IMSS tiene congeladas las cuentas de la universidad. Exige pagos, pero bloquea el flujo financiero. ¿Cómo avanzar así?

Por si fuera poco, los asesores de la Rectora –el jurídico Alfonso Nambo y la Secretaria General Margarete Moeller– “nomás no dan una” todas las pierden en una cadena de errores jurídicos y políticos, no entiendo cómo siguen ahí, les ha temblado la mano para tomar buenas decisiones y asesorar bien a la rectora, conforme a derecho, tienen miedo de perder su hueso, y por eso se han sometido siempre a los designios del poder, incapaces de levantar la voz o de informar con claridad, y es que la información que debería dar la propia UAN la distorsionan los asesores del gobernador, y el resultado es el mismo, desinformación, sospecha, linchamiento mediático.

Finalmente: SPAUAN más de lo mismo

En este contexto, es inaceptable que en pleno proceso sindical del SPAUAN, el candidato oficial de Pancho Haro y su planilla sea el mismo grupo que lleva 12 años, porque los menciono aquí, porques en todos estos años, ellos han solapado estas irregularidades que cometieron los exrectores Juan López y Nacho Peña, fueron comparsas, porque recibieron canonjías. Permitieron movimientos oscuros en la nómina, reclasificaciones ilegales, ingresos para allegados. Son los mismos que hoy quieren seguir controlando el sindicato docente y presionar a la universidad desde las sombras.

No se puede hablar de transformación si los mismos de siempre siguen en el poder sindical. No se puede exigir transparencia si se mantiene el pacto de impunidad. Que no se olvide, la deuda con el SAT no es nueva, los culpables tienen nombre, Ney González Sánchez, Juan López Salazar, Jorge Ignacio Peña González, así como sus dos financieros, el sobrino de Pancho Haro, el ex Secretario de Finanzas Juan Carlos Mariscal Haro y Francisco Gómez, estos ahí andan sueltitos, que deberán ser llamados en esa “investigación exhaustiva” que anunció el gobernador para encontrar a los responsables, en donde la hoy Rectora Norma Galván Meza, no está entre ellos.
Laboralmente la tragedia que vivimos los docentes, derivó en la modificación de los contratos colectivos de trabajo, y ahí, acorralado por su propio reflejo, Pancho Haro al igual que su hoy candidato Jorge González, estuvieron de acuerdo de todos los cambios, sabiendo que el verdadero responsable estaba en el espejo. Va.

                                                         
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