El consumo de carnes rojas, aves, pescados, mariscos y legumbres ayuda a cubrir las necesidades de hierro, pero la supervisión médica es esencial para evitar complicaciones y asegurar una recuperación adecuada
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En algunas regiones de México, el uso del muicle —también conocido como hierba de la Virgen— se ha popularizado como remedio natural para regenerar la sangre y combatir la anemia.
Esta planta se emplea en infusiones y tónicos, y forma parte de los recursos tradicionales que buscan aliviar los efectos de la anemia por deficiencia de hierro.
Sin embargo, los especialistas advierten que, aunque estos remedios caseros pueden resultar útiles, no reemplazan la atención médica profesional ni el diagnóstico adecuado.
La anemia por deficiencia de hierro se manifiesta a través de síntomas como fatiga persistente, palidez, dificultad para respirar, mareos, dolor de cabeza y uñas quebradizas.

Además, pueden presentarse manos y pies fríos, inflamación o dolor en la lengua, así como problemas de concentración y memoria.
La sensación constante de cansancio y la falta de energía suelen ser los primeros indicios, mientras que la piel pálida, especialmente en el interior de los párpados y las uñas, puede alertar sobre la presencia de este trastorno.
La dificultad para respirar se intensifica durante el ejercicio, y los episodios de mareo o vértigo pueden acompañar el cuadro clínico.
El tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro requiere una dieta adecuada. Incluir alimentos ricos en hierro resulta fundamental. Las carnes rojas y las aves aportan hierro hemo, que el cuerpo absorbe con mayor facilidad.

El pescado y los mariscos también constituyen buenas fuentes de este mineral. Por su parte, las legumbres como lentejas, frijoles y garbanzos contienen hierro no hemo, presente en alimentos de origen vegetal y en productos fortificados.
Aunque el hierro no hemo se absorbe en menor proporción, su aprovechamiento puede optimizarse mediante ciertas estrategias dietéticas.
Consumir alimentos ricos en vitamina C junto con fuentes de hierro favorece la absorción de este mineral. Ejemplos de alimentos recomendados incluyen cítricos, fresas y pimientos.

En contraste, el consumo de té y café durante las comidas puede dificultar la absorción de hierro debido a la presencia de taninos, por lo que se aconseja limitar estas bebidas en esos momentos.
El exceso de lácteos también puede interferir con la asimilación del hierro, por lo que se recomienda moderar su ingesta, especialmente durante las comidas principales.
Otras fuentes alimenticias útiles para combatir la anemia incluyen verduras de hoja verde como espinacas y acelgas, frutas deshidratadas como ciruelas pasas, dátiles e higos secos, así como cereales fortificados con hierro.
En situaciones donde la dieta no logra cubrir las necesidades, puede considerarse el uso de suplementos de hierro, siempre bajo supervisión médica.

Consultar a un profesional resulta imprescindible antes de iniciar cualquier suplementación, ya que el exceso de hierro también puede acarrear riesgos para la salud.
La anemia por deficiencia de hierro constituye un problema serio que requiere atención médica. Ante la presencia de síntomas, la consulta con un especialista permite establecer un diagnóstico preciso y definir el tratamiento más adecuado.