Filtraciones revelan que un decomiso de supuesta heroína en Durango fue una farsa, se trataba de hidrocarburos y no de droga, según la periodista
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La periodista Anabel Hernández sostiene que autoridades mexicanas de alto nivel manipularon información clave en la lucha contra el narcotráfico. De acuerdo con documentos filtrados, señala que Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República, y Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, han “fabricado verdades” para satisfacer exigencias del gobierno de Estados Unidos.
En su columna del 26 de mayo publicada en DW, la también escritora especializada en temas de narcotráfico y política asegura que uno de los decomisos presentados por ambos funcionarios como logro destacado nunca ocurrió.
“Documentos oficiales a los que tuve acceso demuestran que García Harfuch, en coordinación con la Fiscalía de Gertz Manero, ha presentado como “exitoso” por lo menos un operativo de detención y decomiso de drogas que nunca existió”, señala la autora con base en sus investigaciones.
¿Qué pasó con el decomiso de los 250 litros de heroína?
La liberación de José Luis F. tras casi 48 horas de detención en las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) en Durango puso en evidencia una de las operaciones más cuestionadas del actual gobierno mexicano en su combate al narcotráfico.
El caso, que involucró el decomiso de 250 litros de heroína líquida, terminó por desmoronarse cuando peritajes oficiales confirmaron que el líquido incautado no era droga, sino una simple mezcla de hidrocarburos. Este episodio, según Anabel Hernández, revela cómo la narrativa oficial sobre los éxitos en la lucha contra el crimen organizado puede responder más a intereses políticos y presiones diplomáticas que a resultados reales.
El 22 de abril, durante la conferencia matutina en Palacio Nacional encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, el coordinador de seguridad, Omar García Harfuch, presentó cifras que buscaban mostrar contundencia en la estrategia federal.
“De octubre de 2024 al 20 de abril de 2025, el Gobierno ha decomisado 144 toneladas de droga, más de un millón de litros y 200 toneladas de sustancias químicas”, además de haber desmantelado 839 narcolaboratorios y detenido a 18 mil 712 personas por delitos de alto impacto. Sin embargo, Hernández advirtió que resulta “prácticamente imposible corroborar si lo anunciado oficialmente es verdad o simple simulación”.
El caso de José Luis F. comenzó el 9 de abril, cuando agentes de la Policía Federal Ministerial (PFM) detuvieron un tráiler tipo Torton, modelo 1998, en la carretera 49D, municipio de Gómez Palacio, Durango. Según el informe de la FGR, la detención se justificó por una denuncia anónima que describía a un trailero apodado “el niño y/o el niñote”, quien supuestamente transportaba droga y armas entre Sinaloa y Ciudad Juárez.
Según la investigación, el documento, al que tuvo acceso Hernández, no especifica la fecha ni el medio por el que llegó la denuncia, lo que genera dudas sobre la legalidad y transparencia del operativo.
Además, subrayó que la FGR y la PFM suelen recurrir a denuncias anónimas, muchas veces falsas, para justificar detenciones arbitrarias y fabricar situaciones de flagrancia. “En muchas ocasiones, el modus operandi de estas autoridades es sembrar drogas y armas, y alterar las verdaderas circunstancias en las que se dan las detenciones”, escribió en su columna.
El informe oficial sostiene que los agentes, en vehículos sin insignias oficiales, siguieron al camión hasta un acotamiento, donde José Luis descendió y se identificó, según la versión de la FGR, el conductor no se detuvo inicialmente porque no sabía si quienes lo seguían eran autoridades o delincuentes, sin embargo, los testigos entrevistados por Hernández contradijeron esta versión y aseguran que el chofer sí se detuvo en un retén donde había patrullas y autos civiles.
Durante la revisión, los agentes encontraron elotes en la carga y dos tanques de combustible llenos. De acuerdo con el informe, uno de los tanques contenía un líquido oscuro y de olor diferente, que, “en base a la experiencia” de los agentes, identificaron como heroína líquida. Procedieron a llenar cinco bidones de 50 litros cada uno, sumando 250 litros de la supuesta droga, y detuvieron a José Luis F. por “hechos posiblemente constitutivos de delito”.
Testigos citados por DW relataron que los policías presionaron al conductor para que confesara el transporte de droga, pero él insistió en que solo llevaba elotes y que era imposible tener droga líquida en el tanque de combustible, ya que eso dañaría el motor, mientras José Luis permanecía detenido, la FGR realizó inspecciones en domicilios de su familia en Culiacán, sin hallar irregularidades.
Las muestras del líquido fueron enviadas a servicios periciales en Durango y posteriormente a Culiacán. El dictamen pericial, fechado el 11 de abril, concluyó que el líquido no era heroína ni ningún estupefaciente, sino una “mezcla de hidrocarburos”. DW cita el documento oficial: “tras hacer pruebas científicas se determinó que el líquido no correspondía ni contiene sustancia alguna considerada como estupefaciente y/o psicotrópico por la Ley General de Salud, sino que era ‘mezcla de hidrocarburos’”.
Operativo en Durango, un ejemplo de simulación en la lucha antidrogas
A pesar de este resultado, la noticia del supuesto decomiso fue ampliamente difundida. El 10 de abril, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana emitió un comunicado oficial anunciando el decomiso de los 250 litros de heroína.
Al día siguiente, García Harfuch reforzó el mensaje en sus redes sociales: “En Durango se detuvo a un hombre que transportaba contenedores con alrededor de 250 litros de heroína líquida en un tractocamión”.
Acompañó su publicación con una fotografía de un oficial llenando bidones y afirmó que la operación fue encabezada por la FGR, la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Anabel señala que la realidad fue distinta: “Las pruebas que recabé demuestran que el funcionario mintió a la sociedad, no fue un operativo conjunto ni exitoso. La realidad es que no había ni un gramo de heroína en los 250 litros anunciados por García Harfuch”.
Agregó que ni la FGR ni García Harfuch han emitido hasta ahora una aclaración sobre el falso decomiso, permitiendo que la versión oficial siga circulando como un éxito en la lucha contra el narcotráfico.
Gestión de Gertz Manero en la FGR, marcada por controversias y acusaciones de corrupción
En la misma columna de Anabel Hernández también contextualiza el papel de Alejandro Gertz Manero al frente de la FGR, quien desde su nombramiento enfrenta acusaciones de abuso de autoridad y corrupción, según la periodista.
“El fiscal designó como titular de la Agencia de Investigación Criminal a Felipe de Jesús Gallo, quien en 2024 presumió en una conferencia internacional que México era ”campeón en la producción de fentanilo”, explicó.
Hernández recuerda que Gallo formó parte del equipo de policías corruptos encabezado por Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, ambos acusados de proteger al Cártel de Sinaloa.
El decomiso fallido de los 250 litros de heroína líquida, que habría representado millones de dosis en el mercado ilegal, se suma a una serie de controversias que rodean a la gestión de Gertz Manero.
El fiscal ha sido criticado por sus contradicciones en el caso del campo de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, donde negó la existencia de restos humanos calcinados pese a haberlo afirmado previamente. Además, omitió informar sobre su responsabilidad en la no detención de Gonzalo Mendoza Gaytán, alias “El 90” o “El Sapo”, señalado como jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación y principal responsable de los crímenes en el rancho Izaguirre.
“El 90 tiene 12 carpetas de investigación y averiguaciones previas abiertas desde 2010… Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la FGR de Gertz Manero abrió otras cuatro carpetas de investigación contra Mendoza Gaytán… pero no lo arrestaron en el sexenio pasado y hasta la fecha sigue libre”, se lee en el texto.
El episodio deja en el aire preguntas sobre la veracidad de las estadísticas oficiales y la confianza en las instituciones encargadas de la seguridad. Anabel plantea, “¿cuántos falsos positivos de decomisos de droga y detenciones hay en las estadísticas del Gobierno de Claudia Sheinbaum? ¿Se puede confiar en un fiscal y un secretario que falsifican logros?”.
Además, advierte que este tipo de simulaciones puede afectar la credibilidad del gobierno mexicano ante la Casa Blanca y provocar represalias del gobierno de Donald Trump, quien recientemente declaró que Sheinbaum “le tiene tanto miedo a los carteles que no piensa con claridad”.
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